Estrés: la palabra evoca tantas reacciones diferentes, juicios y respuestas.
Puedes reconocerte a ti mismo en alguno de los siguientes retratos?
EL ESTOICO
Vas a proclamar "yo no estoy estresado", sólo para desgranar una lista de tareas hercúleas que haces cual malabarismos y que te permiten dormir una media de 5 horas por noche. Para ti, admitir que estás estresado es como reconocer que hay una grieta en tu armadura. No te identificas como alguien estresado, y es tu forma de mantenerte firme para plantarle cara a los desafíos, para reafirmar tu capacidad de hacerle frente a todos los retos que la vida te lanza.
El lado positivo: Tu capacidad de manejo de las situaciones difíciles, la resistencia y la capacidad de lograr que las cosas se hagan. Tu todavía estás arando cuando la mayoría de simples mortales han caído rendidos.
La desventaja de la salud: Cuando te estrellas, te estrellas con fuerza. No contento con el típico resfriado o la gripe, estos huesos duros no se ralentizarán hasta que una crisis total golpee con fuerza tu sistema inmunológico, dejándote incapacitado por un largo periodo de tiempo.
Reset de salud: No ignores las señales de advertencia de tu salud. El hecho de que puedas resistir (incómodos síntomas tales como: dolores de cabeza, erupciones cutáneas, insomnio, etc.) no significa que tu cuerpo no esté tratando de decirte algo. Lo que comienza como un susurro puede terminar como un grito si sigues haciendo caso omiso.
EL DRAMÁTICO
Los eventos estresantes son usados, por su rico potencial, para proporcionar entretenimiento con historias que pueden agasajar a cualquiera. Sabes que estás estresado, pero te has sentido de esta manera durante tanto tiempo que se te ha olvidado lo que era no sentirte constantemente en el límite elástico. Irónicamente pasas horas contándoles a otras personas lo mucho que tienes que hacer! Estás tan ocupado en hacer frente a tu lista de tareas, que no saber por dónde empezar. A veces te sientes incapacitado y sin poder de acción, pospones las cosas y acabas por olvidar los primeros pasos para reducir tu estrés.
El lado positivo: A pesar de todo, a menudo es divertido estar contigo, sabes mantener el sentido del humor entre tanto caos y eso es definitivamente un punto positivo.
La desventaja de la salud: Sabes qué hacer, seguro que ya has comprado un CD de relajación, tu esterilla de yoga está acumulando polvo en el armario, sigues pensando en que el próximo mes vas a cambiar el café de la mañana por un zumo verde. Per si no cambias tu manera de hacer, tus niveles de cortisol pueden llegar a estar demasiado altos y comprometer a tu sistema inmunológico, bajar tus niveles de energía por los suelos, y acabar con un estado de ánimo irritable. Eres mejor que todo eso, así que es hora de hacer algunos cambios.
Reset de salud: Comienza con algo pequeño. Comprométete a hacer sólo una cosa todos los días durante todo este mes y enganchate a ello. ¡No importa qué! En sólo 31 días, es el tiempo que se necesitas para sentar las bases para ser más disciplinado y hacer de tu salud una prioridad.
EL SILENCIOSO
Nadie sabe lo duro que trabajas, tratas de mantener una buena cara pero por dentro es otra historia diferente. Sabes que puedes ser tan buen superviviente que incluso te has convencido a tí mismo de que estás bien, pero en el fondo sabes que estás luchando.
El lado positivo: Eres resiliente, tienes capacidad para superar los contratiempos y salir fortalecido, ya que, a pesar de la agitación en tu interior, irradias calma (aunque tu no la sientas). Una vez que aprendas a manejar mejor el estrés podrás encender tu verdadero Zen interno a voluntad.
La desventaja de la salud: No estás como para hacerle frente a todo a pesar de que lo parezca, lo cual es peligroso. Es posible recurrir al alcohol, tabaco, azúcar u otras formas de alivio del estrés a corto plazo, pero eso sólo te hará sentir peor. No tiene por qué ser así.
Reset de salud: El sentirse bien no está tan lejos, ya que probablemente te sientes así en este momento. Sólo tienes que hacer algunos cambios positivos, a partir de hoy. El ejercicio es tu aliado, ya que anima a tu hígado, limpia tu sangre y levanta tu estado de ánimo. Con el impulso necesario vas sentir que todo es más fácil.