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Tómate un respiro en el trabajo


“El modo en el que pasamos nuestros días es por su puesto, el modo en que pasamos nuestra vida.”

Dada la gran cantidad de tiempo que pasamos en el trabajo (probablemente, un mínimo de ocho horas al día, cinco días a la semana y cuarenta y seis semanas al año), introducir momentos de calma durante la jornada laboral supone un desahogo importante, capaz incluso de marcar la diferencia entre disfrutar o no de ese trabajo.

Además, si pasamos tanto tiempo haciendo algo que nos hace sentir mal, no resultará difícil que ese estado se extienda y desbarate otras áreas de nuestra vida, como por ejemplo el tiempo libre, las relaciones personales o la salud.

Cómo generar tranquilidad en el lugar de trabajo

En el día a día laboral hay veces que no conseguimos tranquilizarnos. En tales situaciones, podemos recurrir a aquello que nos sirve de apoyo en los momentos de estrés y practicar técnicas de relajación para conseguir superarlos, ya se trate de estrés causado por el volumen excesivo de trabajo, por los plazos de entrega, por tener que lidiar con personas difíciles o simplemente por sentirse temporalmente sobrepasado.

Consejos para introducir momentos de calma en la jornada laboral

  • Aprovecha las transiciones. Da un corto paseo antes de entrar a la oficina, después al salir y entre las reuniones. Mientras tanto en vez de ponerte al día con el correo electrónico, fíjate en la sensación de tus pies en el suelo, observa y saluda tus compañeros.

  • No dejes de hacer la pausa de la comida, no solo para tomar alimentos nutritivos y mantener estables los niveles de glucosa, sino también para pasar un tiempo al aire libre, tomar el fresco y que te dé el sol, si hace sol, para lo cual puedes dar un paseo, aunque solo sea una vuelta a la manzana.

  • Afronta una sola tarea cada vez. La multitarea es tu enemiga cuando se trata de sentirte tranquilo. Haz una lista, prioriza las tareas y ve abordándolas una a una.

  • Llévate los auriculares y pon esa música que te hace sentir bien. Quizás un par o tres de canciones para pausar y después regresar a lo que estabas haciendo.

  • Sé realista respecto de lo que eres capaz de hacer. Aunque tengas una larga lista de tareas priorizadas y solo puedas terminar una o dos ese día, ya te ocuparás mañana de la siguiente prioridad.

  • Trabaja con buena luz. Ayuda a elevar el ánimo y resulta útil durante los meses de invierno con pocas horas de luz.

  • Pon una foto a la vista de una escena natural que te inspire tranquilidad en tu salvapantallas o en un marco, usa señales visuales que te ayuden a parar para tomar algunas respiraciones mientras observas esa imagen al menos durante 2 minutos cada hora.

  • Agénciate una sencilla planta de interior para que te haga compañía. Las investigaciones demuestran que el verdor de las plantas naturales en nuestro entorno favorece el sentimiento de tranquilidad.

  • Mantente hidratado. Necesitamos beber antes de tener sed, porque si no lo hacemos empezamos a sentirnos inquietos sin saber la razón.

  • Usa avisos cómo recordatorios. Una simple nota adhesiva con la palabra "respirar" te ayudará a dedicar unos momentos del día a observar tu respiración. Fíjate en qué parte del cuerpo la notas con más facilidad y quédate atenta a cómo la sientes, a su movimiento. El mayor regalo que nos podemos dar a nosotros mismos es ese silencio, para tomar contacto con el cuerpo y respirar conscientemente.


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