Los chiles, los pimientos morrón o cayena son una magnífica forma de mejorar la circulación sanguínea. Debido a su picante que impulsa la circulación y ayuda a fortalecer las venas y las arterias.
Las naranjas son conocidas por su contenido en vitamina C. Además de ayudar al sistema inmunológico, la vitamina C fortalece las paredes capilares y evita la acumulación de placas en la sangre.
El jengibre es excelente para mejorar la circulación. En su forma fresca ayuda al estómago a absorver nutrientes y oxógeno. Tiene propiedades para que la sangre se licue levemente y eso ayuda a que circule mejor y libre de cuágulos.
Las pepitas o semillas son ricas en vitamina E. Esta vitamina protege los tejidos del cuerpo y disminuye el espesor de la sangre, lo cual puede ayudar a prevenir cuágulos.
El agua te ayudará a eliminar toxinas de tu cuerpo y a mejorar la circulación de tu sangre. La falta de agua provoca que la sangre se espese. Se recomienda beber 8 vasos de agua al día.
Los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante que estimula la circulación sanguínea.
Igual que los tomates, la sandía contiene licopeno un antióxidante que ayuda a la prevención de cuágulos de sangre y mejora la circulación sanguía. Además es una fruta con alto contenido en agua, está riquísima y super recomendable para apaciguar la sed y el calor.
Las nueces son una buena fuente de vitamina B3 conocida como tiamina. Estudios han demostrado que esta vitamina ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Las nueces son una fuente importante de energía y también de calorías así que ten cuidado con las cantidades que tomes.
Un ingrediente imprescindible en nuestra cocina. Tiene tantas propiedades, es un antibiótico natural y evita la formación de placas en la sangre, lo que es fantástico para mantener una buena salud cardiovascular.
La cúrcuma es una especia muy popular en la India. Alabada por sus propiedades medicinales, esta especia amarilla contiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antioxidantes. La cúrcuma ayuda a mantener la fluidez en la sangre.
Los arándanos son unas bayas ricas en antióxidantes. Ayudan a reducir la densidad de la sangre y mejoran la circulación sanguínea gracias a la vitamina K que cumple una función muy importante para la coagulación de la sangre. Además contienen salicilatos, que son un analgésico natural.